Con sólo 26 años, se despedía de la F1 el piloto Peter Collins en Nürburgring

lunes, 3 de agosto de 2009

Peter John Collins salió disparado del habitáculo de su Ferrari, luego de perder el control de su auto e impactar la cabeza contra un árbol, y a pesar de ser trasladado en avión al hospital, murió el 3 de agosto de 1958, en el Gran Premio de Alemania que se había disputado en Nordschleife (hoy llamado Nürburgring).
El circuito comprendía una distancia donde los pilotos debían recorrer sin protección, además de las velocidades alcanzadas en la bajada de la montaña, los cuales significaban un peligro inminente. Un accidente casi fatal de Niki Lauda, en 1976, puso fin a las carreras de Fórmula 1 en este trazado, hasta que se complementaron las medidas de seguridad necesarias.
El piloto inglés, nacido el 6 de noviembre de 1931 en Kidderminster, había participado de 33 Grandes Premios de F1, y obtuvo triunfos en Bélgica y Francia en 1956; y Gran Bretaña en 1958; sumado esto a 8 podios. Terminó tercero en 1956, noveno en 1957 y sexto el año de su fallecimiento, en el que era el candidato número uno en las apuestas a quedarse con el Campeonato Mundial.
Compañero de equipo de Juan Manuel Fangio en 1956, luchó hasta la última carrera en Monza por el título que se adjudicaría el argentino. En ese Gran Premio de Italia, le cedió su auto en los boxes, cuando al “Chueco” se le rompió el suyo, a pesar de que el inglés corría con chances de ganar. Stirling Moss, que completó la carrera, se quedó con el segundo puesto del Campeonato de ese año. “Cuando Collins se detuvo en boxes y sabiendo lo que me sucedía me dio su auto espontáneamente. (...) Collins sabía que tenía que ganar con récord de vuelta y en ese momento estaba tercero detrás de (Luigi) Musso. No obstante la carrera no había terminado, pero de igual manera me dio su auto, gesto que nunca olvidaré”, expresó Fangio sobre la nobleza de Collins.

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