domingo, 18 de octubre de 2009
Hace 45 años se producía la despedida de uno de los más grandes pilotos argentinos: Oscar Alfredo Gálvez, quien junto a su hermano Juan dejaron una imborrable huella en la historia del automovilismo. El 18 de octubre de 1964 se disputaba la carrera de Turismo Carretera en la Vuelta de Junín por el Premio "Eusebio Marcilla", la que ganó Juan Oscar Facchini con Chevrolet a 168,260 km/h. de promedio; y se convirtió en la última carrera del “Aguilucho” Gálvez con 51 años.
Gálvez nació el 17 de agosto de 1913 en Capital Federal, y aunque era un piloto porteño, él se sentía más cómodo corriendo en caminos que en pista porque allí era dónde podía desplegar su gran habilidad de la improvisación, y así sacar mayor ventaja sobre sus competidores. Su padre Marcelino tenía un taller en la Avenida San Martín, y ya de pequeño se crió rodeado de autos y motores y tenía decidido que no quería estudiar (abandono el primario en cuarto grado), y que su vida se desarrollaría alrededor de los fierros.
El “Aguilucho” comenzó corriendo picadas con su hermano Juan en los bosques de Palermo o La Plata, hasta que la policía los corría aunque nunca podía alcanzarlos. Primero se compraron un Ford "T" (marca para la que ambos correrían), luego un Ford "A" y después un Ford V8 modelo 1935. Con éste último Oscar debutó en el Gran Premio de 1937 con Juan como acompañante, y allí inició una trayectoria llena de triunfos que quedaría en la historia del automovilismo. Marcó un récord entre Buenos Aires y Rosario, corriendo de noche; sobrevivió a 16 vuelcos y luego al sufrir un tajo en la cabeza decidió usar casco, aunque el único que consiguió fue de paracaidista y su hermano uno que se usa en tanques de guerra.

La muerte de su hermano Juan el 3 de marzo de 1963 en la Vuelta de Olavarría, carrera en la que él no participó, comenzó a anticipar que pronto llegaría su retiro. Luego de concretar su despedida continuó aferrado a los fierros al formar parte del equipo de Ford. Finalmente, a la edad de 76 años, el 16 de diciembre de 1979 se produjo su fallecimiento, y en su homenaje el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le puso su nombre al autódromo de dicha ciudad: "Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar Alfredo Gálvez". Pero la historia se completó en 2008 cuando los diputados aprobaron un proyecto de ley que modificó el nombre y pasó a denominarse "Oscar y Juan Gálvez", para así reconocer por igual los hermanos que fueron símbolos del automovilismo nacional.
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